lunes, 20 de junio de 2011

Y el tiempo pasa, te detienes, miras a tu alrededor y lo que hemos dejado atrás parece difuminarse en un horizonte lejano que ya nunca podrás alcanzar, allí donde están tus recuerdos, tirándose al vacío de uno en uno, enterrándose en las playas más profundas de tu soledad, en las arenas del desengaño. Y esperas que esa ola llegue y se lleve todo lo que encuentre a su paso, que borre las pisadas de tus entrañas y que poco a poco te transporte hacia esa orilla, quitarte la sal de los ojos, empezar de cero. Porque las arenas que llenaban mi reloj se han consumido, hoy hace un año y toca darle la vuelta al pasado, enterrarlo. Del todo.

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