lunes, 25 de abril de 2011

It's just a...

Acuéstate a mi lado y no digas nada, sólo abrázame, porque ya no importa. Ya no sé a dónde voy, estoy sin rumbo, sin guía, estoy... vacía. Siempre se me dio mejor el pesimismo que mantenerme en un constante optimismo y es que ya no tengo donde sostenerlo y, ¿sabes? pesa, pesa demasiado y yo ya estoy cansada.
Dime, qué hago, qué es lo que quieres, qué es lo que quiero yo, porque ya no lo sé. Estamos rotos, los dos. Tú, que echas de menos algo que no funcionó y yo, que me he ido tirando poco a poco al vacío, construyendo a ciegas castillos en el aire, alimentando, sin quererlo una ilusión.
Vago por las calles de esta triste ciudad, sin lugar donde caerme, sin una mano que me ayude a levantarme y me anime a seguir hacia delante.
Y me arrepiento, continuamente, de cosas que digo, de cosas que dije, de cosas que no he dicho y no diré jamás, de no haber cogido aquella oportunidad que me tendiste, delante, y no supimos aprovechar. Cosas que callamos, cosas que dijimos de más.
Y no, no estoy echando la vista atrás, no echo de menos el pasado, no es esa historia la que estoy contando ahora, eso ya quedó atrás. Sólo echo de menos aquellas sensaciones, tan parecidas a la felicidad que ya... simplemente, no están.
Quizás sólo sea un mal día. Quizás...

Stand in the line just to hit a new low
You´re faking a smile with the coffee you go
You tell me your life´s been way off line
You´re falling to pieces everytime
And I don´t need no carryin´ on

viernes, 22 de abril de 2011

La lluvia seguía golpeándole el pecho, la espalda y la nuca con fuerza, casi con violencia. Era como si el cielo fuera su propio espejo y reflejara la impotencia que anidaba en su interior. Los rayos, los truenos, los relámpagos, eran sus gritos ahogados en el silencio y sus lágrimas se entremezclaban con las gotas que resbalaban por sus mejillas.

Mientras, justo en frente de él estaba ella, tan frágil que casi temía que la lluvia pudiera hacerla pedazos, en más de los que ya estaba. Ella simplemente se limitaba a escuchar los alaridos del cielo para evitar escuchar las voces que gritaban en su interior, buscando una respuesta, un por qué, pero era inútil, ella seguía vacía.

Poco a poco, las últimas gotas rezagadas llegaron al suelo. Silencio y calma.
Él se quitó la capucha de su sudadera, ella levantó la mirada del suelo, y a la vez, miraron al cielo, de forma distinta a como lo habían hecho antes: ya no había nubes negras, ni flashes de luz enrabiados, ahora podían ver con claridad cada detalle antes emborronado. El cielo se había llenado de estrellas brillantes, pequeños puntos de luz que iluminaban la noche. Y después, casi al mismo tiempo, sus miradas se cruzaron por vez primera.
No, ella no le conocía, él a ella tampoco y sin embargo era como si se hubieran estado buscando desde hace mucho tiempo...

domingo, 10 de abril de 2011

He caído sin quererlo en tu gravedad.

¿Y ahora, qué hago?
¿Y si no estoy eligiendo el camino correcto?
¿Y si tengo miedo de volverme vulnerable, otra vez?
¿De mecerme en un nuevo viento y terminar flotando a la deriva como ya me pasó antes?
¿Y si sólo estoy viendo oasis en el desierto? ¿Y si estoy confundiendo cosas?
No sé si lo podría soportar, otra vez no. Pero... ¿y si no arriesgo?
Ya lo sé, sin quererlo estoy volviendo a caer, estoy volviendo a jugar con la fortuna y el azar; siempre me gustó tentar al fuego.
Pero es que hacía demasiado tiempo que no volvía a sonreír de esta manera y, sea un error o no, quiero quedarme para averiguarlo.

Y no hay manera humana de escapar...

miércoles, 6 de abril de 2011

Que te vaya bonito

Y aunque mi piel se haya vuelto impermeable, sigo teniendo agujeros por donde se filtra tu recuerdo para clavarse en lo más hondo de mis entrañas y retorcerme hasta gritar de impotencia.
Sí, es inútil olvidar a alguien por completo, porque aun sin quererlo siempre será él, el primero de una larga lista de errores, el más cabrón de los cabrones. Con él me di cuenta de que la palabra siempre tiene un principio y un final y que las promesas no son más que papel de liar.
Y quizás sea por eso por lo que duele ver cómo empieza una nueva vida en la que tú ya no estás, cómo empieza a construir su propio futuro con la ayuda de otras manos que ya no son las tuyas cuando en el pasado fue él mismo quien te dijo que tú serías su presente.
Y es así, somos egoístas por naturaleza y nos empeñamos en ser los dueños de los corazones en los que un día habitamos, sin darnos cuenta de que sólo eran pisos de alquiler y que desde un principio teníamos los días contados, porque ese corazón nunca fue tu hogar, la llave nunca llegó a encajar del todo en su puerta.
Pero no te preocupes, sé feliz. Yo ya no estoy en tu vida y sinceramente, no quiero volver a ella, no quiero volver a sufrir de aquella manera. Ya no eres mi centro de gravedad, he aprendido a tenerme en pie por mi misma. Tú solito te encargaste de quitarme la venda. Ahora vete por completo de mi vida, a hacer lo mismo que has hecho con tus otros juguetes viejos, sabes que tarde o temprano lo terminarás haciendo.

viernes, 1 de abril de 2011

Vamos a bebernos el mundo.

Encontré una luz al final de ese oscuro túnel que parecía infinito,
instantes de felicidad y de optimismo.
El Sol ha vuelto a salir y yo he vuelto a sonreír,
mi vida ya no pende de los hilos que tú muevas.
He aprendido a encontrar la felicidad, en otros ojos y otras manos,
en las pequeñas cosas que tú ya no me dabas, en las ganas renovadas.
He aprendido que mi libertad está lejos, muy lejos de tu recuerdo
y es sólo culpa de la inercia lo que hace que te saque del vertedero de mis sentimientos.
Creo que ya lo merecía, fue demasiado tiempo intentando seguir tus pasos y acabé tropezando.
Porque ahora lo único que quiero es seguir volando alto,
que esta luz, al final del túnel, no me termine abrasando.