sábado, 21 de mayo de 2011

Un paso más.

Los días pasan poco a poco, lentamente ante nuestros ojos. Nunca se detiene, inmortal y eterno, así es el tiempo, a veces a nuestro favor, tantas otras a nuestra contra. Él, el único bálsamo a nuestras heridas más duras, la fuente del olvido, el pozo de las penas.

Y mirando atrás sólo veo recuerdos, pequeños pasos en ese camino al que algunos llaman vida. Unos dolorosos, otros que consiguen sacarme hasta la más sincera de la sonrisas, pero al fin y al cabo, pasos, trazos de lo que soy hoy, y aunque también vea las caídas, detrás de ellas siempre conseguí levantarme. Las heridas se curan, pero las cicatrices perduran, recordando tus errores, tu pasado, para poder seguir andando hacia...

...delante. Y quién sabe qué es lo que nos esperará allí, cuál es el camino a seguir. Los horizontes y los límites no existen, los marcamos nosotros mismos. Pero por muchos obstáculos que se interpongan en él, avanzaremos. La vida, al fin y al cabo es un carretera en la que la marcha atrás no está permitida, sólo hay señales que te indican que sigas hacia delante, prohibidos, ceda el paso, stops, incluso señales de calles cortadas y sin salida. Pero a pesar de ello somos nosotros quienes dibujamos nuestro propio itinerario sobre las calles de ese mapa llamado destino.

"Mapas de lo que somos, trazos de nuestras conquistas, fracasos pasados o en presente continuo, colecciones de medallas y arañazos. Mapas que nos ponen delante otro mapa sin leyenda con el que avanzar, construir, o, tan solo, entender el presente." (Vetusta Morla)

No hay comentarios:

Publicar un comentario