sábado, 20 de noviembre de 2010

Habitación gris

No puedo más. Deja de hacerme daño con tu silencio, con tu absurda indiferencia, con tu falta de valor para decirme un hola o un definitivo adiós.
Es triste saber que todo lo que he sufrido, todo lo que he luchado y renunciado por ti ya no sirva para nada, has reducido a cenizas mi esperanza, has hecho trizas mi felicidad.. aquella que tú mismo un día me enseñaste. Te has encargado de quebrar las alas que me diste, de tirar a la basura los "te quieros" y todas esas promesas que un día hiciste.
Y puedo fingir que estoy bien, de hecho puede haber momentos en los que me encuentre bien... aparentemente, sólo para que luego vuelvan los recuerdos, sin avisar, a seguir haciendo más grande la herida, a hacer que me pregunte qué fue lo que hicimos mal, cuál fue nuestro fallo.
Ahora me envalentono con mi orgullo, para parecer fuerte, para sostener las lágrimas, para no decirte que en realidad...
te echo de menos, que no sé cómo seguir, que no tengo fuerzas, que me lo diste todo y me has dejado sin nada.

Y aunque quiera olvidar siempre quedará tu recuerdo en ese banco del sitio más recóndito de esta triste ciudad donde escribimos sin pensar... que esto sería para siempre.



(...)
Me moriré de ganas
de decirte que te voy a echar de menos
y las palabras se me apartan,
me vacían las entrañas.
Finjo que no sé, y que no has sabido
finjo que no me gusta estar contigo
Y al perderme entre mis dedos..
te recuerdo sin esfuerzo.

 

2 comentarios:

  1. Que la felicidad efímera vuelva a su estado de indiferencia.
    Que se caye mi corazón que solo bombe sangre y que no me haga más daño
    Que el olvido sea mi camino y el dolor la senda más dura
    Y que el después, sea eterno
    TE QUIERO

    ResponderEliminar
  2. Te quiero mucho!
    Y quiero verte YAAAAAAAAAAA

    ResponderEliminar