lunes, 18 de octubre de 2010

Vuela, vuela conmigo.

Abrázame hasta seamos uno. Abrázame hasta que me rompas las costillas con las tuyas, hasta que te duelan los brazos. Abrázame hasta quedarnos sin aliento. Abrázame hasta que el espacio entre los dos no exista y el resto del mundo ya no importe. Abrázame y no digas nada, deja que el silencio sea quien hable por nosotros y llévame a otro lugar, donde el tiempo no pase y la distancias se acorten. Desgástame los labios, hunde tu aliento en mi cuello y susúrrame al oído aquellos sentimientos que escondes en lo más profundo de ti mismo...

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